¡Bienvenidos a todos los nuevos integrantes de nuestra comunidad! Somos Lorena y Ramiro, mamá y papá de Benjamín y Catalina, vivimos en Buenos Aires, Argentina.
Nuestros hijos han estado en nuestro sueños y en nuestro corazón desde muchos antes de tenerlos en brazos y hoy les contamos nuestro camino hacia ellos.
Nuestra historia de a dos comenzó en 2010, año que terminó con una propuesta de matrimonio muy especial: ocurrió mientras me llevaban en camilla al quirófano para una de mis cirugías de miomatosis uterina, cuando los médicos me vieron llegar llorando pensaron que era de susto, pero mis lágrimas eran de felicidad.
El gran día llegó un año después, cuando nos casamos en la tierra de Rami, la Patagonia Argentina.
Siempre soñamos con agrandar la familia que habíamos formado, y después de un tiempo de búsqueda, los médicos nos indicaron recurrir a tratamientos de alta complejidad en reproducción asistida que se sumaron a cinco cirugías uterinas más indicadas por los especialistas que me atendían.
Después de cuatro años de intentarlo todo y más, un ateneo médico se reunió y nos dijo "hasta aquí llegamos", su alternativa es la subrogación de vientre.
Así fue que, ante la falta de legislación en la Argentina, decidimos viajar a Ucrania, donde la gestación subrogada se encuentra legislada y cuentan con equipos de mucha experiencia en todas las áreas del proceso. Sin dudas, la mejor decisión de nuestras vidas.
A las dos semanas del ateneo, volamos a la capital ucraniana, Kyiv, rumbo a un centro de subrogación de vientre, nuestro sueño se iba acercando.
A los diez meses de ese primer viaje, volvíamos a Ucrania con una valija más y acompañados de los cuatro abuelos para recibir a Benjamín, nuestro primer gran sueño hecho realidad.
Y a los pocos años volvimos de a tres a Ucrania, esta vez en un nuevo centro de subrogación, para recibir a Catalina.
Compartir nuestro camino de vida con ustedes se ha convertido en un maravilloso propósito que multiplica nuestra alegría por cada familia que logra hacer su sueño realidad como nosotros, en Ucrania o en cualquiera de los países que actualmente recomendamos como destino para la subrogación de vientre.
Toda aventura empieza con un sí, y compartiendo nuestra experiencia sentimos que podemos ayudar a quienes quieran cumplir ese sueño.